Otra dosis de cine mudo en vena, que últimamente me está deparando
incontables alegrías. Esa pureza, ese lenguaje visual tan extremo, tan
desnudo, ese filo punzante que tiene el mejor cine mudo puede llegar a
ser algo muy adictivo. En esta ocasión le ha tocado a esta Street Angel
de Frank Borzage, quien también hace poco me deparó otra perita en dulce
con El Séptimo Cielo, ligerísimamente superior a ésta, quizás. Una
lástima que con la llegada del sonoro Borzage no acabara de encontrar su
sitio, a tenor de lo visto hasta ahora, aunque siguiera facturando
obras estimables como Adiós A Las Armas o Fueros Humanos. Pero nada
como esa dupla inicial, bajo mi punto de vista. Ambas dos protagonizadas
por Janet Gaynor, un rostro preñado de una dulzura y un candor
irresistibles, y que recibió el Oscar ese año por su trabajo en las
susodichas y en Amanecer de Murnau, y Charles Farrell, un galán de una
raza extinta, con un carisma entrañable e ingenuo. Ambos dos conformaron
una pareja sencillamente perfecta para estas pequeñas delicatessen de
Borzage, obras de un romanticismo tan acaramelado como delicioso, de una
candidez irresistible, tratando las miserias y la vida de los suburbios
de la época con una mirada optimista donde el final feliz, en tantas
ocasiones incómodo, es tan natural como necesario. Todo ello engalanado
con unos decorados fastuosos que lo zambullen a uno de lleno en esos
barrios de miseria pero sin excesivas espinas, con una escenografía
cuidadísima, lírica, bucólica. Y la religión, que metía su embarazosa
pezuña más de la cuenta en El Séptimo Cielo, apenas asoma aquí por
debajo de la puerta, gracias a Bon Scott. En fin, qué fácil resulta
creer en el poder del amor despues de embucharse artefactos como estos.
TÍTULO ORIGINAL | Street Angel |
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Melodrama clásico que versa
sobre como un ángel puede ser corrompido por la miseria, y la indolencia
de la sociedad (representada por el médico, el juez y los acreedores)
ante unos males de los que ella misma es responsable.
La película le debe mucho a Janet Gaynor, quien no por nada gana tres premios oscar en el mismo año, realizando un excelente papel en un drama al que no le falta ni le sobra nada.
Una
joven napolitana, para ayudar a su madre moribunda, es obligada por la
miseria a intentar prostituirse y luego a robar, sin poder hacer
ninguna de las dos. En el intento de evadir a la policía trabaja en un
circo en donde conoce a un joven pintor del cual se enamora, pero ella
tiene una deuda con la ley, la cual debe pagar antes.
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DIRECTOR | Frank Borzage |
GUIÓN | HH Caldwell, Philip Klein, Henry Robert Symonds (Obra: Marion Orth) |
MÚSICA | Película muda |
FOTOGRAFÍA | Ernest Palmer & Paul Ivano (B&W) |
REPARTO | Janet Gaynor, Charles Farrell, Alberto Rabagliati, Gino Conti, Chido Trento, Henry Armetta |
PRODUCTORA | Fox Film Corporation |
PREMIOS | 1927: Oscar: Mejor actriz (Janet Gaynor) 1928: 2 nominaciones al Oscar: Mejor fotografía, dirección artística |
GÉNERO | Drama. Romance | Melodrama. Drama romántico. Prostitución. Cine mudo |
SINOPSIS | Angela es una humilde muchacha que está a punto de ser detenida por la policía, pero logra esconderse en un circo ambulante. En este ambiente conoce todo tipo de personajes bohemios y extravagantes. Entre ellos está Gino, un joven pintor que la toma como modelo para pintar una Madonna. |
CRÍTICAS | ---------------------------------------- El film ganó "Oscars" en ediciones diferentes. La actriz Janet Gaynor consiguió el Oscar por las interpretaciones, en el mismo año, de "El ángel de la calle", de "Amanecer" -de Murnau- y de "El séptimo cielo", también dirigida por Frank Borzage. La película tuvo además dos nominaciones a los Oscar en la edición del siguiente año. ---------------------------------------- "Obra maestra" |
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