No quiso envejecer ante los ojos del público que la había admirado. Por eso pasó casi las últimas cinco décadas de su vida en el retiro y el misterio, sin apariciones públicas y acrecentando el mito que había construido desde las pantallas. Greta Garbo consiguió conservar la condición de estrella en el cine mudo cuando llegó el sonido, transición que segó más de una brillante carrera en el mundo del cine. Sin embargo, cuando aún no había cumplido los 40 años, se retiró de los sets de filmación y nunca más participó de la agitada vida de las luminarias del espectáculo.Greta Lovissa Gustafsson había nacido en Estocolmo el 18 de setiembre de 1905, en el seno de una familia pobre. La niña quedó huérfana a los 14 años, y poco después aprobó el examen de ingreso a la Academia Real de Arte Dramático. Mauritz Stiller, uno de los grandes nombres del cine sueco, la lanzó como actriz y la llevó con él cuando se mudó a Hollywood. El éxito casi instantáneo y la popularidad llegaron cuando ya había cambiado su nombre por el de Greta Garbo, y en EEUU la bautizaron “La divina”. La nueva etapa del cine no significó otra cosa que más trabajo para Garbo. Filmó 14 películas con sonido, de entre las cuales se destacan “Ana Karenina”, “Margarita Gauthier” y “Ninotchka”. Esta fue la penúltima producción, y luego de ella Garbo esperó dos años para rodar la que marcaría su despedida, “La mujer de dos caras”, que fue un fracaso comercial. Comenzó entonces su larga reclusión. Adoptó la nacionalidad norteamericana en 1951, y el 15 de abril de 1990 murió en Nueva York, adonde se había trasladado años antes.
Excéntrica, liberal, independiente, excesiva, exuberante, diletante, fría, sofisticada, deslumbrante, narcisista, moderna, autoritaria, esnob, insolente, ingeniosa, hedonista, La Garbo era el art decó en el Hollywood del glamour.
No hay comentarios:
Publicar un comentario