En un clásico tan magistral
como éste es difícil diferenciar cuál es el aspecto o aspectos que
verdaderamente destaquen por su acercamiento al concepto de perfección
cinematográfica así como a su increíble originalidad e innovador aporte
al séptimo arte.
Igualmente me permitiré destacar dos valores clave: el uso del espacio y la dirección de actores.
Por ello, los fuertes vientos que sufren los personajes influyen sobre
ellos de manera inevitable en función de su experiencia o falta de
experiencia ante dichas condiciones.
Así comprobamos cómo el personaje que refleja una mayor inquietud es el
interpretado por Lillian Gish, Letty, con papel protagonista. Pero el
viento no sólo es el fruto de su inquietud, es además la proyección de
su estado psicológico respecto a sus circunstancias personales, a su
conflicto interno e interpersonal. Magistralmente, el viento ejerce como
elemento espacial antagonista para la protagonista; pero que, a su vez,
se verá enriquecido a nivel literario por un arco de transformación que
acompañará a Letty en el desarrollo de su adaptación al medio y
superación de sus conflictos.
Para
ilustrar este último apunte haré referencia al momento en que consigue
deshacerse de su antagonista humano, el hombre que trata de violarla y
echarla del pueblo; a quien consigue enterrar bajo la arena empleando
una fuerza sobrehumana que le permite conseguir en un fugaz primer
momento lo que a todas luces parecía imposible, vencer al viento,
excavar un agujero en la arena y volver a taparlo. Pero, como he dicho,
sólo fugazmente, ya que la fuerza del viento vuelve a desenterrar al
cadáver dejándolo al descubierto. Es entonces cuando su amado se
presenta y la ayuda a superar sus miedos, haciendo que el viento deje de
ser un elemento antagonista y se convierta en un elemento romántico y
pasional que los envuelve de una forma extremadamente bella en una sutil
metáfora sexual.
TÍTULO ORIGINAL | The Wind |
---|---|
AÑO | 1928 |
DIRECTOR | Victor Sjöström |
GUIÓN | Frances Marion (Novela: Dorothy Scarborough) |
MÚSICA | Película muda |
FOTOGRAFÍA | John Arnold (B&W) |
REPARTO | Lillian Gish, Lars Hanson, Montagu Love, Dorothy Cumming, Edward Earle, William Orlamond |
PRODUCTORA | Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) |
SINOPSIS | Letty, una inocente joven de Virginia, se traslada del Este a las praderas de Texas, donde parece que el viento nunca deja de soplar y donde la arena llega a todas partes. Allí vivirá con unos parientes, pero no se sentirá querida y se verá abocada a un matrimonio que no desea. |
CRÍTICAS |
----------------------------------------
El director sueco Victor Sjöström, luego
mítico protagonista de "Smultronstället" (Fresas salvajes, 1957),
emigrado por entonces a los Estados Unidos, dirigió, bajo duras
condiciones en el desierto del Mojave, este duro y magistral melodrama,
obra clave indiscutible del cine mudo. El crítico del Timeout dijo de
ella: "Una de las grandes obras maestras del cine (...) la mejor
interpretación de una encantadora Lillian Gish (...) la dirección
muestra una impecable atención a los detalles psicológicos, mientras
realiza una transición perfectamente creíble de géneros. La secuencia de
la tormenta de arena del desierto tiene que ser vista para poder
creerla, y todo el film -erótico, bello, deslumbrante- demuestra tal
imaginación y seguridad que permanece, décadas después de ser realizado,
completamente moderno. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario